martes, 16 de septiembre de 2008

Queé te veo!


Si es que se les ve el plumero enseguida. Concluyó su viaje al centro. Así como los neocon yankis necesitan un enemigo con bombas (y como no lo hay se lo inventan) para conculcar derechos y meterse en el dormitorio de sus ciudadanos para controlar sus vidas y sus pensamientos, el ppcon español acude a la horda inmigrante (moros, sudacas, negros y desechos de la europa roja) para meternos en el cuerpo el miedo de la invasión y el robo de nuestros puestos de trabajo y nuestros subsidios. Y con esto digo como con lo de las balanzas fiscales: ¡es tan fácil aprovechar momentos de crisis, malestar y desconcierto para provocar enfrentamientos!, discusiones de bar (que es donde solemos arreglar el mundo los españoles de bien). De manera que hay 180.000 extranjeros cobrando el paro. Quitándonos el pan y la sal. Da igual que hayan cotizado y como tal sea un derecho de cualquier trabajador (¿o pone en algún sitio que los extranjeros que cotizan y se quedan sin trabajo no pueden ejercer su derecho de trabajador en paro?) ¿Alguien ha preguntado a los 20.000 andaluces que se van a vendimiar a Francia si lo hacen porque aquí no hay vendimia o porque allí ganan más?

A los que había que ver haciendo cola en el INEM es a todos los compañeros de pupitre de todas las moralejas, pero sin bonus, devolviendo hasta el último maravedí de su incompetencia. Esta gente se permite el lujo de gestionar temerariamente para enriquecerse personalmente porque no arriesgan nada. Las empresas que vampirizan no son suyas. Ni ellos están ahí por méritos propios. ¿No es hora ya de cambiar el modelo? ¿Es democráticamente aceptable, es decente, que cuando superemos la crisis (porque el mundo no se hunde para siempre ni con acelerador de partículas) a costa del sufrimiento de la mayoría, la misma minoría de siempre continúe especulando e inventando artilugios financieros con los que seguir enriqueciéndose-robándonos sin control alguno por parte de las administraciones que votamos? ¿Lo vamos a seguir permitiendo? Me temo que sí. Nos olvidaremos de esto en cuanto tengamos dos euros de sobra para tomar una caña y pensemos otra vez que somos clase media.

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