viernes, 18 de febrero de 2011

El Vara


He tenido la oportunidad de acompañar al candidato a la Presidencia de la Junta de Extremadura por el PSOE, Guillermo Fernández Vara, en una de sus visitas a ciudades extremeñas (en este caso Cáceres) en las que recoge de primera mano las propuestas y el sentir de la ciudadanía. Digo de primera mano porque es así; porque pasea por las calles y entra en los comercios a interesarse por la opinión de la gente. Porque va a las empresas a hablar con los trabajadores. Porque pregunta de frente y pide respuestas sinceras, sin adulaciones. De uno en uno, sin baños de multitudes que tanto les gustan a muchos.
Y lo que he visto y he oído me ha hecho reflexionar sobre la política y los políticos. No nos engañemos, de la política no podemos sustraernos nadie. No vale eso de soy apolítico porque no es verdad. Se podrá no ser partidario o partidista, no militar ni simpatizar con ningún partido político, vale, pero políticos somos todos en todas nuestras conversaciones y acciones porque estamos opinando y actuando de esta o aquella manera, según nuestras convicciones.
He visto y he oído a un político que va a marcar de forma muy positiva la manera de hacer política. Sin adornos, sin red, de forma directa y llana. Que evoluciona a la misma velocidad de los tiempos que vivimos. Que no le duelen prendas en rectificar y reconocer que rectifica porque su primer reconocimiento es que aprende día a día, que no se despega de lo que solemos llamar “la calle” porque bien a través del contacto directo (que lo practica, y mucho) utiliza sabiamente la tecnología que tiene a su alcance, y oye y escucha, y toma nota de cuanto oye y escucha.
No estamos muy acostumbrados a esto últimamente, pero @GFVara (su nombre en twitter), o el Vara (como le llaman coloquialmente) está cambiando la forma de hacer política. Y lo va a conseguir, y se va a notar, y los demás tendrán que seguirle.
Y es que es una forma de hacer política tan sencilla, tan clara, tan transparente, tan de sentido común, que no es que se haya descubierto la pólvora; es que la pólvora llevaba mojada demasiado tiempo.
El que siga practicando fórmulas no participativas, haciendo política de espaldas a la ciudadanía,  se va a tener que dedicar a otra cosa. Desde luego el Vara se podrá dedicar a esto todo el tiempo que quiera, porque lo hace de verdad. Tiempo al tiempo.

martes, 15 de febrero de 2011

Mientras dormías

El título creo que responde a una película en la que pasan cosas mientras alguien duerme, y cuando despierta se encuentra de pronto con la realidad, manipulada, enredada pero realidad; es decir con el "esto es lo que hay".

Me gustó el discurso de Álex de la Iglesia en la Gala de los Goya el pasado domingo 13. Me pareció pegado a la realidad. Las palabras de alguien que, después de investigar sobre un tema y asesorarse bien, contrastando, adopta una posición. Me pareció, también, un aviso para navegantes. No se pueden poner puertas al campo. Internet, efectivamente Álex, es el presente. Y el que no quiera verlo así habrá de graduarse..., en óptica.

Ahora vendría lo de que hay que imaginar el futuro, adaptar la industria a los tiempos en que vivimos, hay infinitas oportunidades de negocio, de desarrollo de la industria multimedia sin considerar a los internautas (que son, que somos ciudadanos; bienn Álex) unos delincuentes, etc.,etc., bla bla bla; pero prefiero enlazar el discurso por si aún queda alguien que no lo haya leído.

Pues eso, mientras dormías cambió el mundo. No te empeñes en negarlo.

miércoles, 9 de febrero de 2011

Un diputado, un sueldo.

Me parece bien la propuesta del grupo parlamentario socialista del congreso de limitar (debería ser eliminar completamente) los privilegios de sus señorías. En época de estrechez, en momentos malos para  much@s, no es de recibo que sus señorías mantengan varios sueldos y complementos a los que muy pocos mortales pueden acceder. Ser diputado exige dedicación a tiempo completo (eso es lo que queremos y exigimos los representados) para resolver los problemas y las vicisitudes que afectan a sus votantes. Es, además una cuestión voluntaria (a nadie ponen una  pistola en la sien por ir en una lista) y de servicio público. El que quiera ganar un pastizal que se vaya a una empresa privada, aunque dudo mucho que lo contrataran no siendo diputado. Y es que es eso lo que más tufa, que con el sello diputadianero, algunos se metan en la saca pingüescandalosos beneficios. Así que el agujero para ajustar el cinturón deberíamos hacérnoslo todos, sus señorías incluid@s.
Por ahora se trata solo de una propuesta que pone encima de la mesa el grupo parlamentario socialista. Veremos a ver si otros se suman  a esta proposición tan decente para la transaparencia en general  y el buen nombre de la clase política en particular. Lo dicho, ser diputad@, senad@r, etc. deber ser un honor y no un privilegio. Los tiempos cambian y hay que cambiar con los tiempos.

martes, 8 de febrero de 2011

Dura lex sed lex

Ni Oreja Mayor y sus teorías, ni Dolorcitas de Cospedal, ni siquiera Mariano el vago pueden ordenar una ilegalización. Tampoco el gobierno, por cierto. Se podrá estar de acuerdo o no; se podrán verter cienes y cienes opiniones políticas, pero nada más. Solo los tribunales pueden dirimir una cuestión que pertenece al ámbito jurídico. Y este asunto, tal y como está, es estrictamente jurídico. Así que opiniones todas, cada uno con la suya. Pero este cascabel solo lo puede poner un juez.

Lo explica perfectamente Nacho Escolar.

viernes, 4 de febrero de 2011

Aber Bitte Mit Sahne!



por favor con crema

El Rey está en camisa

La rebelión (pacífica) ciudadana de Túnez con la consecuencia de expulsión de Ben Alí. La rebelión (pacífica) ciudadana de Egypto con la previsible (ojalá) consecuencia de expulsión de Mubarak, y la propia red a través de la reflexión que Luis García Montero  hace sobre la cuestión, me han hecho pensar sobre cuántos reyes desnudos o en camisa estamos soportando durante tanto tiempo. Dictadores de toda clase, tipo y condición. Aquí incluyo, y de qué manera, a esos entes que de repente hace unos años han aparecido en nuestras vidas y que llamamos (porque así nos lo han enseñado) "mercados" (tacháaaaaan), y que se han convertido en la mano que mece que la cuna. Pero hete aquí que de vez en cuando (lástima que solo de vez en cuando, estamos demasiado dormidos, o demasiado inmersos en demasiados miedos o en demasiados conformismos empujados por demasiados miedos) alguno o algunos despiertan y gritan a los cuatro vientos que el rey está desnudo y se van sumando ojos que se van quitando gafas, y se convocan y se conjuran y se reunen en plazas y gritan todos que el rey está desnudo; y el rey, por fín, se marcha avergonzado. Y me ha hecho desear gritar con más frecuencia y más contundencia que el rey está desnudo en tantas cosas que ocurren cotidianamente.<



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Y de paso, también,  me ha hecho releer "El paño maravilloso", ese cuento del infante D. Juan Manuel en el Conde Lucanor.

¡EL REY ESTÁ DESNUDOOOOOOO!