lunes, 31 de octubre de 2011

PGEx

Que farragoso leer los presupuestos, los de Extremadura no son menos.
Pero los presupuestos detrás de sus capitulos, articulos, conceptos, subconceptos y programas, tienen alma, tienen ideas y políticas.
Si los presupuestos se prorrogan se supone que al año que viene, invertiremos lo mismo.
Osea el mismo número de becas, el mismo plan de vivienda, el mismo dinero para operaciones... y así hasta el infinito y más allá.
Pero esos presupuestos son para el año 2011, con los ingresos del año 2011, con la tasa de empleo de 2011, todo ideado para el año 2011.
Para el 2012 (poner aqui un espacio en blanco)
Osea es como si yo, que el año pasado calculé mis presupuestos para este año (tanto para ropa, tanto para alquiler, tanto para viajes, tanto para juerga) digo "al año que viene gasto lo mismo" pero al año que viene tengo una hipoteca (poner aqui espacio en blanco)
Pues si yo en mi casa no hago el tonto con el dinero, no se porqué el Presidente de Extremadura si lo hace.

sábado, 29 de octubre de 2011

Más de 100 mentiras


Han pasado más de cien días desde que José Antonio Monago se vistió de Presidente de la Junta de Extremadura y todavía anda ajustándose el traje. Que si el talle, que si la sisa…, que si le quito relleno a las hombreras que para eso soy deportista…

Para cualquier presidente novato; corrijo, para cualquier presidente habrían sido cien días durísimos dada la responsabilidad de echarse al costal la situación económica general y el futuro particular de las 115.100 vidas truncadas por el desempleo. No para Monago.

Para cualquier presidente hubieran sido cien días de atacar de manera urgente las cosas urgentes y de planificar y proyectar estrategias y acciones de corto, medio y largo plazo. No para Monago.

Este presidente por accidente (investido por un “extraño” pacto antinatura con IU; algún día tendrá que explicar IU los verdaderos réditos de este pacto) ha dedicado los primeros cien días de su gobierno a preparar su fondo de armario particular. Su futuro personal y el de los suyos. No el de la ciudadanía extremeña. El de los suyos.

Monago sabe que su triunfo electoral no está enraizado en propuestas que convencieran a las ciudadanas y ciudadanos de Extremadura. El 22 de mayo se votó en contra del partido que gobernaba en Extremadura por asociación con el partido que gobierna en España, desgastado por una crisis global brutal y despiadada y orquestada por gentes ajenas a la socialdemocracia, aunque no solo por eso (pero esa es otra historia que merece reflexión aparte). Por esto su urgencia principal es cómo instalarse.

Pero Monago se equivoca (y ahí está gran parte de su error continuo) en su empecinamiento de obedecer a pies juntillas los dictados de Redondo y Asociados*, que puede ofrecerle un par de fotos y poses de pasarela pero que carece (por desconocimiento u omisión) de poso de gestión (la ideología, como el valor en el ejército se les supone a ambos) y de gobierno.

Y así Monago ha consumido más de cien días en líftines y prótesis de silicona en lugar de remangarse (metáfora que le gusta mucho utilizar, por cierto) y ponerse a remar. Las acciones más sobresalientes de este periodo han sido, como ya todos conocemos, cambiar la ubicación de los grupos parlamentarios en el hemiciclo, borrar en los membretes la denominación estatutaria del ejecutivo de la región y recibir sin corbata en el despacho. También algunos desayunos presidenciales, que con el estómago vacío la sonrisa hacia la prensa es otra. Un triste balance y una pérdida de tiempo que, de haberse hecho por parte socialista, habría sido suficiente para la mofa la befa y el pitorreo de mediáticas cavernas.

Para maquillar las huellas de las ojeras de su cansancio por tanta dedicación no presenta los presupuestos, que son la columna vertebral de la política. Y para esto aduce que no sabe los números. Los demás sabemos que la intención es otra, que la intención tiene dos cifras y una letra (20N) y entonces hará lo que le manden, como siempre ha hecho. Lo que le manden desde Génova (que está en Madrid) en las políticas, y lo que le mande el señorito Iván** (¿recordáis los Santos Inocentes?) en las poses.
Monago es el “Paco el Bajo” de la nueva Extremadura.


*Redondo y Asociados es una empresa consultora de marketing político.
**Boss de Redondo y Asociados.

domingo, 16 de octubre de 2011

Sabrás por la presente...


“Sabrás por la presente que empeoré de vida”*. Que albergo un gran temor ante el futuro. Que ya nada es igual ni volverá a serlo. El zas en toda la boca nos ha dejado con la rodilla genuflexa. Conceptos como igualdad o la propia libertad están amenazados.

  Pongamos las cosas en su sitio. Lo que estalló en 2008 no fué una crisis. Fué una estafa que venía de muy lejos. Un timo planeado y pergeñado para ejercer la dominación con crueldad y ensañamiento. Eso es. Y están ganando la partida, sí, existe un jaque mate largamente anunciado del que posiblemente no podamos recuperarnos como no es posible la resurrección. No hay vida después de la muerte. Sólo hay una vida y ésta ya nos la han jodido.

No podré enfermar porque me arrebataron el derecho a hacerlo. No podré educarme ni formarme porque consideran que eso despertaría mi conciencia y la de los míos. El día que me arrebataron el trabajo y me echaron de mi casa, ese día, aplastaron mi dignidad como nunca hasta ese momento.  Alguien desde un despacho oscuro y lejano decidió que no podía seguir viviendo y movilizó recursos robados para darme matarile. Así ha sido.

El dinero se ha instalado en nuestras vidas de tal forma que, aunque no lo tengamos, sigue decidiendo por nosotros. Todo gira a su alrededor. Es omnipresente y mandón. Excluyente y exclusivo. Las decisiones sobre mi proyecto de vida no las tomo yo. Ni siquiera aquellos que voté.  Las decisiones llevan siglas definitivas como dogmas de fé, y manejan a su antojo a gobiernos y comunidades de vecinos. Esto es lo que hemos aprendido.

Así que todo está tan mal que he decidido que no voy a resignarme. Como no se puede morir dos veces mataré para seguir viviendo. Y mataré como solo yo sé hacerlo. Ocuparé las calles y las azoteas grafiteando determinación y esperanza. Contraeré el virus del compromiso y seré promiscuo para contagiarlo. Rediseñaré los sueños rotos e inundaré tu mail con frases como ésta: no te voté para que lo hagas sin mí, mi voto fue para hacerlo contigo. 

De ti y de mi depende.


*Verso de Mariano Maresca.