Estoy henchida de gozo al comprobar como el Presidente de los empresarios españoles busca nuevas fórmulas, modernas y eficientes de contratación.
El nuevo contrato de insercción, más conocido entre la cúpula de la CEOE como exclavitud (con x que la esclavitud ya no existe), me ha hecho reflexionar.
Primero me ha echo soñar un un Díaz Ferrán en el paro, buscando trabajo y encontrándose con uno de los contratos que tanto le gusta redactar.
Después (sabiendo que si se jubila cobrará una indemnización digna de un controlador aéreo) me he imaginado a mí misma recogiendo algodón y apretando el corpiño a José de la Clavada O'Hara.
Si yo fuera empresaria, sertiría vergüenza ajena de que las personas que me representan hagan estas declaraciones (aunque no es el primer "intento de putada" que sueltan).
Moraleja: No te aguantes los pedos, porque suben por la columna vertebral y se convierten en ideas de mierda.
Moraleja2: sácate el látigo del culo, o subirá por tu columna y se convertirán en ideas tiranas
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