martes, 16 de marzo de 2010

Patrón de patronos


Dirigir una negociación en representación de un colectivo cuando tu casa hace aguas no puede ser sano nunca. No puedes tener la cabeza despejada y las ideas ordenadas para hacer propuestas en nombre de los empresarios cuando tus empresas se hunden. Enrocarse en el sillón de mandamás de los patronos en situación tan delicada puede incluso llegar a hacer pensar que buscas un beneficio personal al amparo del sillón. Cuando el barco se hunde el capitán debe remangarse y dedicar todo su tiempo en salvaguardar a la marinería y feflotar la nave. Es lo que hacen los EMPRESARIOS. No estoy diciendo que Díaz Ferrán sea mal empresario (aunque lo piense). Puede ser que haya tenido mala suerte en su gestión, la coyuntura, la crisis globalizada, bla, bla. Lo que estoy diciendo es que la imágen que proyecta siguiendo al frente de la patronal en estas circunstancias deja mucho que desear. Se lo están diciendo incluso desde dentro de su colectivo. ¿Cómo se puede pedir con credibilidad una reforma laboral sin antes ofrecer una reforma empresarial? ¿Con qué credibilidad te sientas en una mesa de negociación? ¿Quién te pide que aguantes el tirón y por qué? Muchas preguntas para tan pocas respuestas.

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