En su reciente reunión (meeting quedaría más in) con empresarios catalanes Pizarro (Manolo para los íntimos) expuso algunas líneas de su ideario. Después de intentar confraternizar diciendo que él ha hecho más por Catalunya que el propio gobierno (acuérdense de ese apagón de nada que tuvo a Barcelona un mes enchufada a un generador), suelta su plan para asegurarnos la jubilación: “habría que capitalizar (privatizar, en roman paladino) una parte de las cotizaciones de los trabajadores a la Seguridad Social”. De tal manera que cuando llegase la hora de nuestra jubilación nos encontrásemos con que cualquier compañero de pupitre de Aznar se había jubilado bien a nuestra costa dejando la caja “bien capitalizada”. Y no es algo que se le haya ocurrido de pronto, por decir algo gracioso, no, lo lleva barruntando desde, por lo menos 1994. Así lo publica el diario El Mundo del 21 de marzo del 94.
Este es el fichaje estrella de Rajoy, su número dos, el que le va a sacar el hígado el 10 de marzo y, sentado en su escaño, se va a erigir, gracias a la mayoritaria voluntad de Aznar, en Jefe de la Oposición. Y mientras tanto Gallardón y Aguirre “o la cólera de Sol” peleando en los ascensores de Génova 13.
No hay comentarios:
Publicar un comentario