domingo, 24 de febrero de 2008

9M

Porque queremos levantarnos cada día sin sobresaltos, respirando libertad como lo hacemos hasta ahora. Siguiendo, incluso, soportando la soflama de involución e inquisición que destila la radio Santa. Es la mayor prueba de libertad de pensamiento aún cuando arañe los límites constitucionales, que no son otros que los que nosotros mismos consensuamos para permitir la convivencia y sentirnos como iguales. También con los demás medios, audiovisuales y escritos, que reparten propaganda oscura para insuflar miedo, para arrinconarnos y ponernos contra la pared con la mordaza (de eso saben mucho). Reparten catástrofe y temor porque lo hicieron siempre y ahora también pueden hacerlo. Esa fue siempre su ganancia. Eso fue lo que nos sometió durante tanto tiempo. Pero ahora ese discurso, por tan repetitivo y mentiroso, por tan interesado se ha quedado hueco y sin sentido. Ahora decidimos libremente nuestro propio destino y ya nadie podrá condicionarnos. Porque nacimos con criterio y lo podemos aplicar, al fin, sin temor alguno. Hace más de treinta años que podemos sonreir sin que nadie nos pregunte por qué estamos contentos. Ya no tenemos que rendir cuentas de nuestra alegría. Por todo esto no tenemos ninguna duda de que vamos a seguir creciendo, progresando, siendo más felices cada día. Por mucho que se empeñen en volver a amenazarnos. Ya sabemos defendernos y lo hacemos en las urnas. Cada cuatro años. Cada vez que nos convocan. Y votamos libremente según nuestro pensamiento. Mirando y apoyando lo que nos conviene. Sin coacciones. “Compartimos la creencia de que éstas son las elecciones más importantes de nuestra vida”. Por ello vamos a votar y, durante todo el día, vamos a celebrar que podemos hacerlo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Nunca las palabras reflejaron mejor un sentimiento
eres un mago de las letras