domingo, 18 de mayo de 2008

Corbacho (el ministro)



La visita de Celestino Corbacho este fin de semana a Extremadura me ha servido para reflexionar sobre lo que, a mi juicio, es el pilar de los pilares del estado del bienestar, su consolidación y desarrollo futuro. Esto es, el trabajo. El tener una tasa de empleo suficiente que genere riqueza individual y colectiva. Un empleo de calidad que cubra necesidades y expectativas, y que proporcione las capacidades básicas para funcionar que necesita cualquier ser humano, y que pueden diferir bastante de una sociedad a otra.
Porque el trabajo no solamente nos dota de recursos materiales para comer, vestir, pagar las facturas, etc. El trabajo es también, o es sobretodo, la dosis de desarrollo personal que nos hace más libres.

Un Estado democrático, un gobierno progresista debe preocuparse por el nivel de empleo. Una tasa alta de empleo genera confianza y disminuye las oportunidades de explotar y manipular a la gente.

Un gobierno de derechas seguramente aplicará la receta de la libertad como no interferencia dejando al “mercado” que campe a sus anchas. Lo que también creará empleo y crecimiento. Pero de forma injustamente desigual y con explotación larvada en el mejor de los casos.

Un gobierno progresista que cree en la libertad como no dominación debe estar atento a que no se produzcan desequilibrios ni situaciones de abuso. Y no estoy hablando de intervencionismo. Se trata de derechos fundamentales.

En un gesto de valentía política el ministro Corbacho nos ha dicho que en los próximos meses se seguirá destruyendo empleo. Pero también que el gobierno trabajará con la región para superar esta situación. Y yo me lo creo. Porque pertenece a un gobierno progresista que ha dado ya muchas muestras en ese sentido.

Lo importante ahora es continuar el diálogo gobierno, empresarios y agentes sociales para, con el esfuerzo de todos, avanzar en la consecución del objetivo que no debe ser otro que trabajar porque todo el mundo tenga trabajo.

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