“Los sindicatos llevarán ante la justicia el recorte salarial a los funcionarios”. Los sindicatos, como representantes de los trabajadores, según la noticia linkada, van a llevar a los tribunales la medida de recorte salarial a los funcionarios propuesta por el gobierno. El ya famoso 5%. Un cinco por ciento que no debe ser lineal, que no puede ser lineal, que no va a ser lineal por mucho que algunos sectores interesados en sacar tajada de una medida dura pero, seguramente, necesaria digan. Los sindicatos han negociado eres y hasta erres en estos dos últimos años para la empresa privada, otra medida, seguramente, necesaria. Y digo medidas seguramente necesarias en el sentido de que seguramente no hay más remedio que acometerlas en las circunstancias actuales, es decir, bajo la circunstancia de que el dinero no está al servicio de la política, y por ende de la ciudadanía, sino bien al contrario impone las condiciones de unas élites que mueven ingentes cantidades (y, ojo, no todas son de esas élites, también juegan con el dinero del pequeño ahorrador) de pasta en su propio beneficio. Que pueden hundir países ¿soberanos? como ya se ha demostrado.
Como gesto de su propia función es, seguramente, obligatorio el proponer movilizaciones del colectivo afectado. Se perdería credibilidad, quizá, al obviar las pancartas y los megáfonos en esta ocasión. Otra cosa es lo que estén pensando los parados y los trabajadores de empresas privadas que también tenían convenios colectivos ante esta súbita reacción de los sindicatos para con los funcionarios públicos.
De manera que no comparto ni la bajada de salarios a los funcionarios, ni la bajada de salarios a los trabajadores en general (estoy hablando de trabajadores, no de altos directivos que juegan con nuestro dinero; esos sí deben bajarse los sueldos y deben ser multados y despedidos y procesados cuando cometen barbaridades como las que nos han llevado a esta situación). Bien al contrario, defiendo la subida de salarios que nos lleven a, por lo menos, afrontar el coste real de los productos y servicios que necesitamos para vivir.
Lo que ocurre es que llegados a estas circunstancias antes mencionadas, seguramente no hay otro remedio que acometer este tipo de medidas tan jodidas para los de siempre. Y cuando todo esto pase, que pasará, lo que tenemos que hacer los de siempre es no permitir que vuelva a pasar. Porque tenemos la obligación como ciudadanos de cambiar las circunstancias. En la época en la que vivimos ya no basta con depositar un voto cada cuatro años. Es precisa la participación activa cada minuto de nuestra existencia. Esto puede parecer agotador pero, al fin y al cabo se trata de nuestra vida. O no?
*Síndico.-RAE.
5. m. Hombre elegido por una comunidad o corporación para cuidar de sus intereses.
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