domingo, 2 de noviembre de 2008

La solución


Por fín el suegro de A.A. se llena de barro, baja a la arena, se faja, se pronuncia. Lo estábamos esperando. Lo menos que se puede pedir a un ex-presidente es que salga en auxilio de su país cuando éste lo necesita. Opinando y proponiendo soluciones a esta quinina que nos amarga. Con medidas concretas. Con análisis exhaustivo. Es claro y certero. No sé cómo no nos hemos dado cuenta antes. La solución, por poner un ejemplo, está en el ejemplo de la política sanitaria de la marquesa del madroño. Construir con dinero de todos para que se lleven la pasta los amiguetes. Y para ello pone como ejemplo a seguir las tesis de Milton Friedman (notable asesor de los mejores presidentes de la historia de los USA, verbigracia: Richard Nixon, Ronald Reagan, Jorge uvedoble Busch), pensador y hacedor del libre-libre mercado; inspirador de la teoría (y que bien que les salió la práctica) de la autorregulación de los mercados; de no me toques los cojones que ya sé robar yo solo. Al fin y al cabo lo que tenemos que hacer es aumentar el número de pobres para hacernos más ricos (es fácil hacer la cuenta). Pero sobre todo, con lo que al final me quedo es con su sentencia que se convierte en el mejor titular: “con socialismo simpático no se sale de la crisis”. La frase da mucho de sí. La verdad es que me parece genial. Pero ya se sabe, el yin y el yan, blanco-negro. Ese dualismo puñetero que nos persigue. Es decir, con neobigotismo antipático tampoco. ¿Será que tiene algún complejo? ¿Se truncó su ilusión de estar reseñado en la historia de forma impoluta? Pues no. Le queda la mancha de sus errores. Los mismos que ahora estamos pagando.

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