La frase que ilustra esta reflexión la escuché en el acto
de apertura de campaña del Partido
Socialista Obrero Español en Dos Hermanas, Sevilla. La interviniente que la
pronunció la atribuía a un señor de un pueblo de la provincia de Huelva. Una de
esas personas curtidas por la realidad y la sabiduría que la experiencia y la
supervivencia nos confiere a los seres humanos.
Y es lo que parece que va a ocurrir en estas elecciones
del #20N si las encuestas dicen la verdad del momento que reflejan. Es tan dura
la situación que estamos viviendo, tan injusta, tan inhumana que los sondeos
arrojan un triunfo arrollador de la derecha española en esta ceremonia de la
confusión.
Puede ocurrir que por acción u omisión el Partido Popular
obtenga unos resultados electorales históricos no por méritos propios, que no
los ha exhibido, sino por una especie de movimiento de castigo y defensa de la
ciudadanía que está ya muy cansada de la habitualidad instalada en hurtos
democráticos y económicos. Nos han
cambiado, a peor, la vida sin aviso y sin permiso.
Muchas son las variables y los factores que influyen en
las decisiones, también la dejadez, el cansancio o la rendición sin condiciones
ante situaciones que nos superan, que nos hacen sentir impotentes. Tanto que
podemos asistir a la paradoja de que apoyemos masivamente a la opción
ideológica que nos metió en esto.
Mantengo la opinión de que, con errores que es necesario
corregir sin ambages ni complejos, es el socialismo el auténtico valor que nos
puede sacar a TODOS, no solo a unos pocos, de este atolladero.
Tenemos muchas cosas que cambiar, muchas conductas que
reconducir, pero solo lo podemos hacer desde el
compromiso colectivo y desde la participación activa. De no permitir
nunca más que el voto sea un cheque en blanco.
Lo que pide el Partido Popular, que no ofrece nada y ya
lo demostró como oposición, es un placet para darnos la puntilla como país y
como ciudadanía.
Lo que ofrece el Partido Socialista Obrero Español es
trabajo y dedicación y protección de derechos que son irrenunciables. Sí,
irrenunciables; no nos dejemos engañar. Y nos pide acompañamiento en esta
tarea.
El PP dice, dame el voto que ya haré yo lo que tengo que
hacer. El PSOE nos dice, compartamos el voto para compartir las decisiones.
¿Se cumplirá la paradoja? ¿Votará el ratón al gato? ¿Nos
ofreceremos los ratones alegremente para que nos coma el gato?
Yo no me voy a ofrecer al gato. Voy a votar a los ratones. Voy a votar PSOE.
1 comentario:
El gato saldrá elegido por los ratones y éste se los zampará en cuanto pueda. Grave error pensar que los incendiarios van a ejercer de bomberos; pero es lo que nos venden a diario casi todos los medios de comunicación (en manos de ellos mismos, por supuesto).
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