
El capricho personal de un seminarista que juega con el dinero de todos los vascos para su aventura personal, para su gloria. Que cada cual saque sus conclusiones. Lex est lex.
A la hora de la declaración de la renta debería poner una casilla de devolución de tanta tontería y despilfarro. O que lo ponga de su patrimonio personal.
A la historia se puede pasar de muchas formas; la mayoría de ellas, por intencionadas, son erróneas. Las otras no son verdad. Pero mañana va a seguir amaneciendo.
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