
Los japoneses han descubierto una fórmula para desatascar los centros de salud de pensionistas pidiendo recetas para combatir los achaques del aburrimiento. Han potenciado el héroe septuagenario para motivar a los ancianos a hacer guarreridas españolas sin miedo a la edad. Esas horas muertas mirando televisión son más didácticas desde que Tokuda irrumpió en el séptimo arte. Y ya se sabe como es la condición humana: si él puede yo también. Así que Internet se va a petar de videos caseros con sementales de setenta parriba. Puede ser un complemento a la pensión mínima (con las descargas y otras transacciones) mientras le dan gustito al cuerpo y a la mente.
A mí me parece muy bien. Es más, yo también quiero ser Tokuda
A mí me parece muy bien. Es más, yo también quiero ser Tokuda
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